¡Hola! ^^ Como ven soy nueva por aqui, voy a estar publicando una de mis Fics (Hetero) y espero que les guste. Quisiera agradecerle a Sara por darme esta oportunidad. Y bueno sin mas rodeos los dejo con una esta historia.
Autora: LauraDLeben
Clasificación: +18
Advertencias: Lemon, Automutilación,
Lenguaje mal sonante, Violencia verbal y física, Muerte de personajes. (Están
advertidos)
Género: Romántico, Drama, Angustia, Tragedia,
Comedia, Suspenso, Universo alterno.
Pareja principal: Tom–Elizabeth.
Disclaimer: Algunos de los personajes no me
pertenece, solo la trama.
Resumen:
...Estúpida,
no sirves para nada... solo haces
estorbo...
...¡Hare
de tu vida un infierno!
...Me
repugna verte... eres igual a él.
...Me
divierte ver tu cara de miedo... eso quiere decir que estoy haciendo bien mi
trabajo.
...Te
odio, ojala nunca hubieras nacido.
...No
se puede esperar nada bueno de ti... —Eli, despierta...— Tu mama debe de estar decepcionada
de ti, pequeña idiota.
—Eli, tranquilízate...
despierta. — ...solo sabes llorar y quejarte...
— ¡Despierta!
...Deberías
agradecerme. Te estoy mostrando el mundo de verdad...
…Te
mereces esto y mucho mas…
— ¡Dios,
Eli! ¿Estás bien?
—Calma,
ya estoy aquí... no llores, cariño.
—Todo irá
bien.
Bien...
nada esta bien. No... Todo esta mal... yo estoy mal. Era una maldita loca y
todo gracias al infeliz que me arrebato a la persona que mas amaba en el mundo
y... no me quedaba nada, NADA. Solo soy un pedazo de mierda en el mundo...
Sumida en una soledad y oscuridad perpetúa, sólo con la carga de los recuerdos
que no volverían a la vida, que habían quedado atrás, muy atrás.
Recuerdos,
memorias, sueños... todo eso me atormentada día y noche... día tras día... a
cada hora. Volvían a mí para dañarme más y yo no era capaz de levantarme de mi
propia mierda en la que se había vuelto mi vida... vida. Eso no era vida, era
un cuerpo roto que se abrazaba a sí mismo intentando evitar que los restos de
sí cayeran al suelo torpemente, repletas de la oscuridad que sentía que me
tragaba por dentro.
Lo que
se había roto era todo. Todo lo que había construido junto a ella, una casa; mi
hogar, una relación, unos sentimientos, unos sueños y deseos… y mi felicidad.
Todo lo que yo era, ella se lo llevo... dejándome vacía y rota. Era un cuerpo
andante... caminaba siempre hacia delante pero sin rumbo, sin una meta.
Un
agujero sustituía mi corazón que había dejado ya de latir, era patente,
enorme, y engullía todo. De momento,
sólo sentía el peso del agujero. Un peso demasiado asfixiante, angustioso,
agobiante que por más que deseaba quitármelo de encima, no desaparecía.
Y
probablemente, nunca lo haría.
Me sumergía
en mi mente y me alejaba de todo... a veces regresaba a mí la realidad de
golpe, a mi dolor. Y el dolor físico, el hacerme daño era el único que
apaciguaba y calmaba el interno... pero no era duradero, volvía… y con mas
fuerza. Pero algunas me era demasiado difícil volver... y me daba miedo no
regresar a mi misma. Había personas cercanas a mí que sufrían por mi causa, y
yo no quería que les doliera... intentar
sacarme de aquel pozo sin fondo en donde me encontraba, era inútil. Nadie podría
arreglar un cuerpo y una mente rota. No había posibilidad. No la había... ¿o sí?
¿Habría
salvación para mí? ¿Habría ese alguien?...
no lo creo.
***
By Eli:
—Excelente chicos, estuvimos
de infarto… y Eli cantaste fenomenal. – Habíamos terminado nuestra presentación
en vivo en el bar. La gente se emocionada cada vez que subíamos al escenario. Y
eso me alegraba… algo. La música se había convertido en un tiquete de
escapatoria, de mi dura realidad… de mi dolor. Mis tres amigos y yo, cantábamos
en un bar, el “Black Cat”. Ganábamos lo suficiente, no nos quejábamos y además
teníamos barra libre.
—Gracias… Ustedes también lo
hicieron bien. –Intente sonreír pero no pude, nunca conseguía sonreír
sinceramente. —Bueno, tengo que irme.
—Oh vamos Eli, quédate. Vamos a celebrar esta
noche. ¿Si? —Jay me miraba suplicante.
La verdad es que si me quedaba iba a beber, y si bebía no pararía, era mejor
evitar eso. Se lo había prometido.
—No enserio, estoy muy cansada. Sera en otra
ocasión, lo prometo. –Ellos asintieron, me despedí y me encamine a la salida…
pero alguien me lo impidió.
By Tom:
—Bueno, querido amigo… aquí estamos, en el Black Cat. ¿Qué te parece? No es como el tuyo pero es lo
mejor que hay aquí en Hamburgo.
—Nah… el mío es mejor pero, este, esta bien. –Georg y yo habíamos venido a Hamburgo por negocios y
se me había insinuado que quería venir a este bar, porque era lo ultimo… y ya
que estaba aquí ¿Por qué no aprovechar y divertirme?
—Ven, vamos. Ya van a empezar las presentaciones.
— ¿Qué presentaciones? –Mire a mi alrededor, era grande, tenía
una pista de baile y a su alrededor las mesas y había un pequeño escenario.
—Imagínate, aquí todos los jueves y viernes hay
presentaciones en vivo. Vienen bandas independientes y se presentan, y
obviamente a la gente le agrada eso, mira no mas como esta de lleno, esta a
explotar. –Mire a Georg asustado ¿Cómo sabia eso si apenas habíamos llegado
ayer a Hamburgo?
—Y tú, ¿Cómo sabes eso? –El se rio y negó con la cabeza.
— ¡Dios Tom! Todo el mundo habla de este lugar… que mal
informado andas. –Empecé a andar por en medio de todo esa gente, la pista
estaba repleta, no le cavia ni un alma mas. ¡Mierda! Saldré de hay violado y
manoseado.
— ¿Yo? Si mal no recuerdo vine a trabajar, no ha buscar
lugares de diversión. –Grite, la música estaba demasiado alta, podía sentir las
vibraciones en mi pecho… Ah, Por su puta madre. ¿Quién carajos me toco el
jodido culo?
—Ok… Vale. Pero al menos nos vamos a divertir ¿Cierto?
–No podía negarlo, el ambiente era genial y mucho mas lo estaban las chicas que
había visto antes.
—Claro, pero si salimos de aquí sanos y salvos. ¡Y ya me
han tocados tres veces el culo! –Escuche a mi amigo carcajearse. A él le
gustara que le toquen, pero a mí, no. Y ni un puto trago de invitación por
delante y ya me han manoseado hasta el apellido.
Cuando salimos de todo ese jolgorio, una camarera se nos
acerco y nos indico una mesa libre. Hum, estaba bien la chica, solo una talla más
de brasier y era para mí.
—Hey, te vi. Le estabas tirando los perros a la camarera.
Pero yo creí que te gustaban con más… volumen. –Georg enfatizo su pecho con
ambas manos. No lo podía negar, estaba como quería.
—Y, ¿Quién dijo que me la iba a tirar? Solo es… cortesía.
–Le di un sorbo a mi cerveza, ya estábamos en una mesa, justo al frente del
escenario.
— ¿Tu?, Cortez. Pff… mi abuelo es mas educado que tu,
¿Sabes? –Me estaba insultando el muy imbécil, pero que se creía este. –Eres un patán
amigo mío, sin ofender.
— ¿Sin ofender? –Dije en tomo irónico. —Cuando alguien
dice sin ofender se significa que te van a ofender. Y tienes suerte que eres mi
amigo o si no ya te había partido la boca, sin ofender. –Georg no reacciono ante mi comentario, era la costumbre
¿Creo? Yo era así, directo y no me andaba
con rodeos.
Duramos un par de minutos observando nuestro alrededor
sin pronunciar palabra. Bueno, sin gritar alguna palabra. Al momento la música disminuyo
y salio un señor de la tarima. Estaba anunciando la siguiente banda. El público
aplaudió y el señor le cedió el micrófono a una chica. Morena, tez blanca, ojos
grandes pero no sabía de qué color eran; la oscuridad no favorecía en nada, y
delgada. Hum, parecía una chica normal aunque no me molestaría charlar con ella, pero, no sé porque
pero esa chica me sonaba de algo, la había visto antes, pero no se en donde. Y eso llamo más mi atención a ella.
—Eh, ni te atrevas. A ella la escojo yo. –Mire a Georg Irónicamente.
—Oh… bueno eso lo decidirá ella. Así que más bien te vas
rindiendo.
—Ja-ja que chistoso. No todas las mujeres están a tu
disposición mi querido amigo. Siempre hay una excepción. –Mire a Georg sarcásticamente.
— ¿Que te apuestas?
— ¿Qué?... no, ni de broma, a ella la escogí yo y yo me
la quedare.
—Oh vamos. Mira que te quiero demostrar que estas muy
equivocado.
—No, gracias. Además… tú tienes a la camarera comiendo de
la palma de tu mano.
— ¿A qué te refieres? Si no he usado mis habilidades aun
con ella.
—Ah, pero no es difícil saber que lo esta. –Arrugue mi nariz
y volví mi atención en la chica de la tarima. Estaba cantando una balada, una
muy triste y esa tristeza se reflejaba en su mirada. Cantaba muy bien y te
trasmitía ese sentimiento. Cuando termino la presentación, toda la gente se
paro y aplaudió y chiflo. Todos estaban emocionados con la actuación de aquella
banda, hasta Georg se había alzado y aplaudido… y uno que otro grito.
Después, de que había hablado con algunas chicas (y la
verdad ninguna me intereso) Georg se
había ido y me había dejado solo “voy a ir a conocer a la cantante, ya vuelvo”
fue lo que me dijo antes de largarse e ir por la cantante. Y lo cierto era que
no podía sacármela de la mente.
Aburrido y tomándome el último sorbo de la cerveza. Fui
al baño.
Tuve que pasar por entre otro montón de gente, y para mi
suerte me habían manoseado otra vez.
¡Es que tenía un letrero en la frente que dijera: tócame el culo, es gratis!
Malditos manilargas, y para colmo no
me había pillado quien de toda esa gente había sido, si fue una mujer u hombre.
Y no me haría sorpresa que hubiera sido algún maricon de mierda.
—Eh, ten más cuidado, coño. –Alguien se me había
atravesado en mi camino y empujado. Pero que falta, ¡que
me violen! En un abrir
y cerrar de ojos podría tener a un pervertido encima de mí.
—Eso mismo te digo, imbécil. –Dirigí mi mirada hacia
abajo y ahí… estaba la chica de la tarima.
—Pero al menos discúlpate por casi echarte encima de mí.
— ¿Perdón? Si yo estaba caminando y tu saliste de ahí… —Señalo
el grupo de gente en donde me habían echado mano. –Y te viniste contra mí. Si
no es que me aparto un poco y me lanzas de nariz contra el suelo… ¿Acaso eres
ciego? –Hum, tenía carácter la muy y también una gran boca.
—No, yo veo perfectamente, aquí la ciega eres tu. Además… —Decidí molestarla
un poco, se veía graciosa molesta. –Me tocaste el trasero. –Me mordí la mejilla
al ver la cara de sorpresa que puso, era demasiado chistosa y no me quería reír.
—Pero tu estás loco… ¡yo no te toque ahí! –Dios estaba
que soltaba fuego por los ojos. –A
echarle la culpa a otro. –Vi que tenía
intenciones de irse y lo solté…
—Eres una pervertida, acéptalo. –Paró en seco y se giro
sobre sus talones. Tenía una cara, y yo estaba que no aguantaba la risa.
— ¿Pervertida?... Mira idiota… —Huy, ahora si se enfado. –A mi
no me vengas a joder con tus estupideces que no estoy para juegos. Yo no te
toque, y no tengo necesidad de hacerlo… —Me miro de arriba abajo. –No eres mi
tipo. –Se dio la vuelta con una sonrisa en su rostro… Sabía defenderse… hum,
más interesante todavía. La vi alejarse, hasta que desapareció de mi vista. Y
yo no me quedaría así no mas, no la dejaría irse con el gusto de haberme
callado, no señor. Fui de tras de ella, entre tanta gente otra vez. ¡Me voy a
quedar sin trasero!... y ahí estaba. Se había metido entre un grupito que
estaban como cabras saltando, uno de ellos se tropezó y fue directo contra la cantante
y cayó al suelo de culo. Wow que golpe. Me acerque a ella, me agache y cuando me miro, me fulmino con la mirada.
Vaya y yo que la vengo a ayudar.
—Te gusta que te empujen, eh. –Le tendí una mano y ella el
rechazo. Se levanto y siguió. –Espera no te vayas, que aun no te disculpas.
–Mientras yo la perseguía, ella me mando a la mierda mostrándome el dedo medio
de su mano. –Y hasta grosera.
— ¡Ya, deja de seguirme!… Porque no te vas con alguna de tus amiguitas. —
¿Eh? Pero si estaba solo. Esperen…
— ¿Me estabas espiando? –Y se quedo plasmada. –Me estabas
espiando, anda si hasta me saliste acosadora. –Abrió la boca como una O pero no
la deje hablar, la interrumpí. — ¿Estas celosa? –Y ahora el sorprendido era yo.
— ¿Yo? ¿Celosa de ti? –Me miro incrédula y sonrió.
–Cariño, no te hagas ilusiones. Yo no me fijaría en alguien tan egocéntrico
como tu.
— ¡¿Egocéntrico?! –Golpe bajo.
—Sí, alenguas se nota que eres de esa clase. Arrogante,
presumido y altanero, de esos que se creen mucha cosa por solo tener una cara
bonita y traen a cientos de mujeres botando babas por ellos. Pero… conmigo te
equivocaste.
—Pero… —Era la primera persona que me lo decía en la
cara, así sin más. Y para más piedra, no la conocía. –Y quien dijo que yo estaba detrás de ti. La que no
debería hacerse ilusiones es otra.
—Entonces, ¿Por qué me persigues, eh? –Totalmente
descubierto.
—Solo quería unas disculpas por haberme tocado mi colita,
solo eso. –Alzo una ceja y negó con la cabeza.
—Búscate a otra que te siga el juego, porque yo no lo
hare. –Sin mas me dejo otra vez con la palabra en la boca y ahora enojado. ¿Y
esta, que se cree?
¿Qué les pareció? Ojala les haya gustado, y nos vemos la próxima
(Que será muy pronto)
Quejas, opiniones, comentarios… todo es aceptable :D
Besos ;)